martes, 18 de junio de 2013

Una pena en observación



« (...) Los momentos en los que el alma no encierra más que un puro grito de auxilio deben ser precisamente aquellos en que Dios no puede socorrer. Igual que un hombre a punto de ahogarse al que nadie puede socorrer porque se aferra a quien lo intenta y le aprieta sin dejarle respiro. Es muy probable que nuestros propios gritos reiterados ensordezcan la voz que esperamos oír.»
C.S. Lewis, Una pena en observación.
C. S. Lewis fue crítico literario, académico y profesor de lengua y literatura inglesa. Es también conocido fundamentalmente por Las crónicas de Narnia, entre otras historias de ficción, ensayos y poemas. Lewis fue un hombre de viva imaginación, ya de niño leía mitología nórdica. Le encantaban los héroes y paisajes que se relataban en estas lecturas. Siendo adulto y profesor de Universidad, conoció a Tolkien y entabló con él una estrecha amistad, donde ambos se comentaban todo lo que escribían.

Me gusta este autor por sus poemas y por su libro “Una pena en observación”, que son sus reflexiones tras la muerte de su esposa Joy Gresham (1960) debido a un cáncer de huesos. La historia fue llevada también al cine con la película Shadowlands.
Se relata como Joy y Lewis se encontraron. Ella sentía desde hacía tiempo una profunda admiración por el escritor, al que hasta ese momento sólo conocía a través de sus obras, pero que de alguna manera cree entenderlo por sus escritos. Decide ir a verlo personalmente, para comentarle lo mucho que apreciaba su trabajo y fue un encuentro que los impacta a ambos, sin esperarlo.Compartian el gusto por la cultura y el lenguaje. Ella casada y con un hijo, reconduce su vida dirigiéndose hacia él, que igualmente se rindió ante los sentimientos. Aunque la historia duró tan solo cuatro años ya que ella falleció por una terrible enfermedad.

Lo que transmite el autor en la novela es toda la impotencia, tristeza, soledad, sufrimiento sin sentido que siente por la tragedia. Es como un diario donde cuenta sus pensamientos de la vida cotidiana acompañado de su pena. Todo hace tambalear sus convicciones más profundas. El dolor y amor son misterios que en muchas ocasiones van unidos, de manera intensa.

 “Permanezco despierto toda la noche (…) dándole vueltas al dolor (…) y al hecho de estar despierto”. (...)
 “Gran parte de una desgracia cualquiera consiste, por así decirlo, en la sombra de la desgracia, en la reflexión sobre ella. Es decir en el hecho de que no se limite uno a sufrir, sino que se vea obligado a seguir considerando el hecho de que sufre.”
C.S. Lewis, Una pena en observación

En uno de sus poemas escribe:

“Amar del todo es ser vulnerable. Ama cualquier cosa y tu corazón seguramente será estrujado y posiblemente, roto. Si quieres asegurarte de mantenerlo intacto, no debes darle tu corazón a nadie, (...) Cúbrelo cuidadosamente con pasatiempos y pequeños lujos; evita cualquier enredo; guárdalo bajo llave en al ataúd o el féretro de tu egoísmo. Pues en ese féretro -seguro, oscuro, sin movimiento y sin aire- cambiará. No lo harán pedazos; se volverá irrompible, impenetrable, irredimible… El único lugar a parte del cielo, donde puedes estar perfectamente seguro contra todos los peligros… del amor, es el infierno.”

C.S. Lewis
 

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