jueves, 13 de junio de 2013

Dos lobos


Una mañana un viejo Cherokee le contó a su nieto acerca de una batalla que ocurre en el interior de las personas.  
Él dijo, "Hijo mío, la batalla es entre dos lobos,uno blanco y otro negro, dentro de todos nosotros".
 
"Uno es Malvado -  Es ira, envidia, celos, venganza, avaricia, arrogancia, autocompasión, culpa, resentimiento, inferioridad, mentiras, falso orgullo, superioridad ,juicio y ego.

"El otro es Bueno - Es alegría, paz amor, esperanza, serenidad, humildad, bondad, benevolencia, empatía, generosidad, verdad, compasión,sencillez, inocencia y fe.

El nieto lo meditó por un minuto y luego preguntó a su abuelo:
“¿Qué lobo gana?”

   
 
El viejo Cherokee respondió: "Aquél al que tú alimentes."




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Es un cuento de la tradición Cherokee, que habla de la lucha interior.

Tengamos cuidado de lo que llenamos la despensa, no vaya a ser que acuda el lobo negro a comer a escondidas ,que luego vienen las indigestiones, el sobrepeso y los llantos a la luna.

Y también están los que nos animan para que alimentemos al feo lobo malo y nos convirtamos completamente en él. Tanto esos falsos consejeros, como los que por sí mismos engordan al animal, son grandes maestros. Vienen a enseñarnos justo la Antítesis del modelo en Forma que queremos ser.
Estos comportamientos responden realmente a muchos miedos e inseguridades y detras de esas actuaciones se encuentran protegidos y se sienten fuertes,haciendose los"maduros"y los "sabelotodo".Por lo que hay que ver a estas personas, más bien con compasión (no con-pasión) y pensar en el sufrimiento que padecen.

Todos podemos tener la lengua afilada, comportarnos con rencor y vileza, hiriendo al otro con aires de superioridad y ego. Pero si no se hace, es porque sencillamente, no se quiere.

Es mejor hacer la dieta adecuada, que nos permita mantener el tipo de espíritu, del magnífico e inocente lobo blanco.

Aunque cualquiera puede cometer errores, o herir sin querer. Pero siempre se puede rectificar, si la intención está realmente puesta en mantener las formas.

Hazme caso,no mates a tu hermoso lobo blanco, con su inocencia infantil, con la escopeta de un cazador furtivo.




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