domingo, 23 de junio de 2013

La cordura





De cómo don Quijote cayó malo y su muerte:

"Las misericordias (…) son las que en este instante ha usado Dios conmigo, a quien, como dije, no las impiden mis pecados. Yo tengo juicio ya libre y claro, sin las sombras caliginosas de la ignorancia que sobre él me pusieron mi amarga y continua leyenda de los detestables libros de las caballerías. Ya conozco sus disparates y sus embelecos, y no me pesa sino que este desengaño ha llegado tan tarde, que no me deja tiempo para hacer alguna recompensa leyendo otros que sean luz del alma. Yo me siento, sobrina, a punto de muerte: querría hacerla de tal modo, que diese a entender que no había sido mi vida tan mala, que dejase renombre de loco; que, puesto que lo he sido, no querría confirmar esta verdad en mi muerte".
(...)
En fin, llegó el último de don Quijote, después de recibidos todos los sacramentos y después de haber abominado con muchas y eficaces razones de los libros de caballerías. Hallóse el escribano presente y dijo que nunca había leído en ningún libro de caballerías que algún caballero andante hubiese muerto en su lecho tan sosegadamente y tan cristiano como don Quijote; el cual, entre compasiones y lágrimas de los que allí se hallaron, dio su espíritu, quiero decir que se murió.
(…)
Déjanse de poner aquí los llantos de Sancho, sobrina y ama de don Quijote, los nuevos epitafios de su sepultura, aunque Sansón Carrasco le puso este:


Yace aquí el hidalgo fuerte
que a tanto estremo llegó
de valiente, que se advierte
que la muerte no triunfó
de su vida con su muerte
Tuvo a todo el mundo en poco,
fue el espantajo y el coco
del mundo, en tal coyuntura,
que acreditó su ventura
morir cuerdo y vivir loco 



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Por fin vamos a dar por terminada la locura de D.Quijote, porque por esta parte hemos llegado al final de la novela, aunque parezca que aún se mantiene por momentos en su enajenación. Pero realmente en la historia, llega el día en que se arrepiente de su empresa y recobra el juicio. Porque D.Quijote como el amor ,solo recobra la cordura para morir.

El experto en ironías e historias rocambolescas, deja su aventura  vital, divertida y llena de permanentes arrebatos, acompañado de sus fieles amigos, el bachiller, el médico, el ama, el cura, su sobrina y Sancho Panza.

Ya que sabe la verdad, que se  ha recuperado de su locura ¿Qué imagen tendrá ahora de la Tierra y de este mundo, en su cabeza febril de hombre moribundo? Si es capaz de ver con claridad, ¿No es momento también de disculparse ante tanta atrocidad y barbarie cometida? Si no esa así, parece que aún delira.
Es la fecha de quemar los libros de caballerías que han hecho tanto daño. Haremos una gran hoguera para que ardan y la avivaremos con el viento.
Ya llegó la ocasión, de no leer más y de no volver a escuchar las tristes historias de los falsos caballeros. De no darles más la oportunidad de causar estragos y enfermedades, en cuerpo y en mente. Por salud y por piedad. ¿No ha sido ya suficiente con las desdichadas aventuras vividas? ¿No hay bastante ya con llevar elementos humanos vitales a la tumba? ¿No hay suficiente escarmiento? No habrá más acercamiento a unos libros tan traicioneros .Solo el azar fue el que hizo llegar hasta los corazones tergiversadas las aventuras. Es hora de quitarle el poder que uno mismo ha dado a falsos ídolos caballerescos y a las palabras rimbombantes, en las que nunca se vio una pretensión real de dar cordura a la historia, sino de hacer enloquecer más si cabe y de provocar miedo.
No se olvidaran sus andanzas, aunque el mundo lo perdona por sus agravios. Solo falta que lo perdone Dios. Le llevaremos flores de plástico de las que aporrean. Que descanse en paz.





Ser Mito




Muchos se quieren convertir en un mito. El tener fama ha sido buscado por el ser común, desde siempre. Aunque es un deseo que contiene flores y espinas y que  puede ser un pacto faustiano. Oscar Wilde en El retrato de Dorian Gray decía: “Hay algo peor a que hablen de ti, y es que no hablen de ti.”
Ser objeto de grandes gestas como los caballeros, que gloriosos buscaban los triunfos y victorias en la batalla, quedarse con la princesa “perfecta” como trofeo,  y recibir galardones y homenajes, es el fin último. O como en la antigua Roma ser laureados, porque esto significaba que había victoria .Aunque también hay quien piensa que realmente Julio César con el laurel en la cabeza, lo que hacía era disimular su incipiente calvicie. No obstante había escritores de la antigua Roma como Publio Siro que reprochaba estos comportamientos obsesivos y por ello decía: “Muchas personas cuidan su reputación y no cuidan su conciencia”.
Todos conocemos al Cid campeador que cabalgando a lomos de su caballo se hizo famoso ya que  juglares y trovadores cantaron sus épicas aventuras durante siglos.

O como Héctor, en la Ilíada en defensa de Troya que ansiaba: 
“Aquí descansa -–diga el ardido varón 
que combatió con Héctor allá en edad remota, 
y que rodó a los pies de Héctor el supremo.” 
¡Y serán inmortales mi fama y su derrota!
El deseo de ser famoso es la forma de ser inmortal. Es una manera de ser dos, el personaje público que hace espectáculo y el real que probablemente es distinto mucho más humano y vulgar. El que aparece dibujado y comedido, guionizado, y cuidado al extremo, en función de la imagen que quiere dar, y el auténtico, con su cotidianidad y mundanidad, sus pelos y sus señales y sus días malos, sus poros e incluso sus peros, o todas esas imperfecciones que hacen tan querible.
 Pero la atención del público, también es caprichosa y se rige por criterios aleatorios y cambiantes y esto esclaviza al que está sujeto a este devenir. Y convertirse en dos, es a veces la muerte de uno de ellos, el cotidiano y primero. Porque el personaje se come a la persona. La fama te hace un objeto. El individuo pierde su libertad y se vuelve desconfiado. No puede actuar a su libre albedrío y ya no sabe ni siquiera, si quien se acerca es buscando al hombre o al mito. Si lo que quiere al arrimarse, es hacerse famoso o lucrarse.Y aunque haya alguien que tenga intenciones sinceras, nos volvemos suspicaces, inseguros y miedosos.
En ese momento, eres una víctima de tu propio éxito. En este momento, es cuando aprecias que has hecho un pacto con el diablo y que lo que tanto ansiabas y por lo que has hecho tanto, loable y probablemente no tanto, no merece la pena. Y a estos esfuerzos se une la lucha con la feroz competencia de dentro y de fuera, que desea desbancar al triunfador.
Marilyn Monroe fue un claro ejemplo de una víctima de su propia éxito, ella pensaba que todos querían acostarse con Marilyn, pero que se sentían decepcionados cuando se  levantaban con Norma Jeane, mujer defectuosa, como cualquiera.

 Jesucristo nos da una lección, porque llegó a Jerusalén subido en un burro como símbolo y parodia humana del triunfo y del éxito. Ya que trascendía de él. Llegó sin ropa de lujo, sin soldados escolta, sin espada de guerra, sin caballo, sino en un ridículo asno, que le quedaba chico por su estatura, y que incluso era prestado.

Marcos 11, 1-7.
“Y cuando se acercaban a Jerusalén, por Betfagé y Betania, junto al monte de los Olivos, envió a dos de sus discípulos con este encargo: Id a la aldea de enfrente. Y en seguida, entrando en ella, encontraréis un asno atado, sobre el que nadie ha montado todavía. Soltadlo y traedlo. Y si alguien os pregunta por qué lo hacéis, le diréis: El Señor lo necesita y en pronto lo devolverá. Los discípulos fueron, encontraron un asno atado junto a la puerta, fuera, en la calle de fuera, y lo soltaron. Algunos de los que estaban allí les preguntaron:¿Por qué desatáis el asno? Los discípulos les contestaron como les había dicho Jesús, y ellos se lo permitieron. Y llevaron el asno a Jesús, y colocaron encima sus mantos y él se sentó sobre él.”
"La fama es peligrosa: su peso es ligero al principio, pero se hace cada vez más pesado el soportarlo y difícil de descargar." Decía Hesiodo poeta de la antigua Grecia.
Bien lo afirmaba Descartes en el discurso del método, donde explicaba de forma inteligente, sobre la fama: “contraria es al sosiego, que tengo en más que todas las cosas”“agradeceré que me dejen vivir"
Porque ¿que supone prescindir de estos mundanos deseos de gloria? Que La Libertad, sea el premio. Y  entonces, suena la música.

La mujer del Puerto



Es una película Mexicana de 1991 basada en el cuento de Maupassant "Le port" y cuyo director es Arturo Ripstein.Siendo un film de bajo presupuesto logra sorprender aún a pesar de la rudeza de la historia. Se trata de una relación incestuosa entre Marro un marino y una prostituta de la que se enamora que es Perla. Pero que resulta ser su hermana. Porque él es el hijo del que se tuvo que separar de manera trágica, Tomasa, la madre de Perla.
El director muestra la dificultad de la relación entre los personajes en conflicto. Y el ambiente marginal, sucio y decadente en el que se encuentran. Pero lo interesante es que la historia se cuenta tres veces desde los distintos puntos de vista de cada uno de los personajes. Como la óptica a través de la cual cada persona puede ver los mismos acontecimientos.
En el relato a través de Marro importa más el cuento que las sensaciones. En el de Perla hay más emociones y condena y en el de  Tomasa hay sobre todo justificación.
La realidad cada uno la vivió de una manera.
 Y Tomasa le dice a Marro: "semen retentum venenum est"?

viernes, 21 de junio de 2013

Libros que vuelan



Los libros fantásticos que vuelan del Mr. Morris Lessmore fue el corto animado ganador del Oscar 2012.Y cuenta una bella y entrañable historia, un cuento infantil e inocente, que pretende reflejar el amor por los libros. Que nos hacen crecer, reír, y sentir durante toda nuestra vida. Con ellos soñamos, y nos ayudan a ver los problemas de otra manera. Nos acompañan siempre, cada libro es una etapa, como si de un amigo fiel se tratase. 

Aunque también de las imágenes se deduce que cada persona y su vida es una historia, es un libro. Unos más cortos y otros más largos. Unos más emocionantes y otros menos, con portada gruesa o estrecha, con dibujos o sin ellos, de héroes, o de admirados chicos malos y mafiosos de ficción, románticos y melifluos o realmente melodramáticos, de terror y miedo o azucarados e infantiles,de aventuras o thriller de espionaje y suspense, pero todos cuentan algo. Vivencias, ideas, secretos...

Cada individuo con el que te relacionas es una palabra, una frase, un capítulo o incluso varios, de tu propio libro personal.Libro, que como diario privado e íntimo se debe respetar. Hay quien ha convertido tu historia en alegre, vital y maravillosa. Y quien te ha hecho reír y aprender. Sin embargo, con otros nunca hubo entendimiento, siempre excesivas exigencias, soberbia desmesurada y especulación.Todo eso da lugar a relatos de mucho dolor y tristeza. Pero no obstante, todo te hace como persona.

Hay que saber cuándo ha llegado el momento de poner punto definitivo a las historias. Pasar página. Sobre todo si no se está aportando nada nuevo positivo en ninguna dirección.
Hace tiempo que llegó la hora de cerrar ciertos capítulos y siempre hubo oportunidades de hacerlo, y llegar a la esencia real de la historias, a la Verdad, pero a veces estas ocasiones no se aprovechan, y se sobrepasan límites que se auto justifican.
La vista está cansada y se resiente de tantas lecturas redundantes y de tantas palabras con faltas y no precisamente de inofensiva ortografía. Tal vez se puede añadir-algo más- a estos peculiares versos de Verdades y tal vez se haga hasta la fecha indicada. Pero el escritor que decide sobre su libro, ahora quiere proseguir su curso con un nuevo capítulo. Y esta vez con una nueva grafía, y con otros personajes, con otros argumentos, y más historias, de otros libros, que saben volar, o no.





El papiro erótico



El papiro erótico de Turín, es un documento sexual del antiguo Egipto. Es único porque no hay ninguno que refleje de forma tan explícita como practicaban el sexo los egipcios. Aparecen 12 hombres y mujeres en distintas posiciones sexuales. Durante años se ha mantenido oculto de la vista al público. Hoy en día aún no se conoce exactamente su significado. Porque ¿Representa la vida sexual de los Dioses? ¿Un ritual para la concepción? ¿O es simplemente arte erótico de la antigüedad, como podría ser hoy en día cualquier revista erótica?.

Griegos y romanos sin embargo tienen la imagen de ser sociedades lujuriosas, por las múltiples representaciones  sexuales que se encuentran, como  escenas de orgias, incluso en las tumbas. Se conoce perfectamente cómo eran sus gustos  porque se expresaban sin pudor en pinturas  y mosaicos. Se ven diferentes escenas donde se perciben explícitamente las prácticas que realizaban, donde se chupaban, se olían y se palpaban, sin pudor, casi se puede intuir como disfrutaban. No había ser humano en este momento del pasado concreto de Grecia y Roma, que quisiera perderse, y no  disfrutar de toda esa clase de olores intensos y excitantes, fluidos y secreciones corporales y de esas actividades tan aparentemente antihigiénicas y divinamente humanas. Pero la homosexualidad era otra opción que estaba aceptaba. Y  por otro lado los eunucos. En la mitología Griega existían las amazonas que se cuenta que mutilaban a los hombres convirtiéndolos en pobres eunucos.

Los egipcios también eran muy lujuriosos. Pero se ha ocultado. Por ejemplo en la época Victoriana. Como la estatua mutilada de Min el Dios de la fertilidad que está en el museo británico al que le falta un detalle. O cubrían las inscripciones de la pared donde estaba el pene con el número del museo para que nadie pudiera ver algo tan impúdico y humano.

La iconografía sexual de los muros de los templos egipcios, en contraste con la antigua Roma es mucho más críptico. Las imágenes cotidianas sexuales pero en clave, están en estos templos porque creían que eran importantes en el acto de renacer. Se expresaba a través de símbolos. A través de la imagen de un arquero y su flecha, representaban la energía sexual  masculina. La caza  también era común como símbolo de la sexualidad.

El papiro egipcio de Turín, muestra en definitiva sin pudor, las 12 posiciones del coito. La sexualidad era una parte central de los antiguos mitos de los egipcios. Era un acto mágico y místico con el que los Dioses crearon el mundo y ligado a la fertilidad. A los dioses acudían las mujeres reclamando este poder de crear que es tan grande y sin duda el más enigmático de los misterios y el mayor de los milagros.