lunes, 17 de junio de 2013

Ser




Erich Fromm fue un psicoanalista y filósofo que renovó la teoría de la psicoanalítica a mediados del siglo XX. En su libro ¿Tener o Ser? Hace un análisis sobre el ser humano y lo que verdaderamente es, con respecto a lo que son las apariencias. Y el valor del ser con respecto al tener.
Tener parece ser la principal dirección del individuo en una sociedad donde, trabajo y cierta posición social, dinero, poder y fama, son las metas que engordan el ego .Erich From dice que tal cual está  planteada la realidad y los valores actuales, la misma esencia de ser consiste en tener; y si el individuo no tiene nada,parece que no es nadie y no se le respeta.

Contrapone sin embargo esta visión entre oriente y occidente. Oriente como una sociedad interesada en las personas y occidente interesada sin embargo en las cosas. El afán de lucro y fama y prestigio como el afán de la vida.

La discusión sobre el ser ha sido planteada por filósofos desde siempre. ¿Qué es ser? Y Fromm expone que un ente vivo es cambiante:

“La idea de ser implica un cambio, significa devenir, y tiene sus dos representantes más grandes y más firmes en el inicio y en el cenit de la filosofía occidental: en Heráclito y en Hegel”

Quiere decir que no somos siempre los mismos, vamos cambiando y en el mejor de los casos evolucionando. Nuestros sentimientos cambian, nuestras opiniones, nuestros comportamientos, nuestros gustos, incluso nuestro físico se modifica a lo largo del tiempo. Todo está en continuo movimiento aunque parezca imperceptible. Un orgullo y ego herido, puede transformar al individuo. Aunque lo adecuado es avanzar y evolucionar y que durante el proceso cambiante no se produzca un retroceso.Sin embargo interiormente se pueden estar dando pasos de gigante, aunque desde el punto de vista de la sociedad del tener, se vea insignificante.

Fromm menciona en su libro entre otros a autores a Eckhart conocido teólogo y filósofo alemán, que explica que la libertad humana se ve restringida en el grado en el que estamos atados al ego y lo que poseemos.

“El hombre no debe considerar tanto lo que hace, sino lo que es” .Eckhart

Hay personas que se colocan a sí mismas en un pedestal por considerarse importantes en función de lo que hacen. Sobre todo quienes ejercen profesiones de prestigio (Jueces, Notarios, Médicos, Políticos…) Cuando lo que hacen no es lo que son. Creen ser merecedores de más reconocimiento y mejor trato que los demás, en muchos casos basándose en su influencia, y en algún momento han de aterrizar de la gran altura en la que se encuentran artificialmente.

Lo que somos con respecto a lo que aparentamos: Así lo expone Fromm.

“Hasta ahora he descrito el significado de ser en contraste con tener; pero otro sentido igualmente importante de ser se revela en oposición a aparentar. Si parece que soy bondadoso, aunque mi bondad sólo sea una máscara para cubrir mi afán de explotación, si parece que soy valiente, aunque en realidad sea vanidoso y quizá suicida, si parece que amo a mi país, aunque fomente mi interés egoísta, la apariencia, o sea, mi conducta manifiesta, está en contradicción directa con la realidad de las fuerzas que me motivan.
Mi conducta es distinta de mi carácter. La estructura de mi carácter, la verdadera motivación de mi conducta, constituye mi ser auténtico. Mi conducta puede reflejar parcialmente mi ser, pero por lo general es una máscara que tengo y que me pongo para mis propios fines.”

Podemos parecer seres angélicos ante el mundo, pero en realidad puede haber falsedad en nuestro comportamiento, el tiempo desvela nuestro verdadero ser. Puede que la persona en verdad sea egocéntrica y orgullosa. Y tarde o temprano se descubre la esencia .Pues una cosa es el parecer y otra bien distinta el ser.Es lo que puede ocurrir ante personas que padecen el enamoramiento y luego se sienten defraudadas. Ella  “no es suficiente” con acuerdo a los valores de Él. Y Él puede no tener la “talla” ni la “moral” adecuada para Ella. Pues aun no siendo perfectos ambos, el ego busca siempre el tener el ideal de perfección. De esta manera lo basado en la apariencia se rompe de inmediato, no siendo necesario absolutamente nada más.
Si nuestros comportamientos no se ven adecuados, porque desvelan un ser imperfecto, ni los del otro tampoco se ven coherentes frente a los hechos, ante nosotros, no hay más que decir, si no hay respeto del ser del individuo, que prevalece, como el que no gestiona adecuadamente su vida.

 Y por último está el planteamiento de Fromm de lo que ocurre cuando lo que tenemos lo perdemos:

“Las personas cautas en el modo de tener gozan de seguridad, pero necesariamente son muy inseguras. Dependen de lo que tienen: del dinero, del prestigio y de su ego; es decir, de algo exterior a ellas; pero, ¿qué les sucedería si perdieran lo que tienen? Pues, sin duda, todo lo que se tiene puede perderse. Obviamente, las propiedades pueden perderse (y con éstas generalmente la posición y los amigos) y en cualquier momento el individuo puede (y tarde o temprano les sucede a todos) perder la vida.
Si yo soy lo que tengo, y. si lo que tengo se pierde, entonces ¿quién soy? Nadie, sino un testimonio frustrado, contradictorio, patético, de una falsa manera de vivir. Como puedo perder lo que tengo, necesariamente en forma constante me preocupa esto. Tengo miedo a los ladrones, de los cambios económicos, de las revoluciones, de la enfermedad, de la muerte, y tengo miedo a la libertad, al desarrollo, al cambio, a lo desconocido. Por ello estoy continuamente preocupado, y sufro una hipocondría crónica, en relación no sólo con la pérdida de la salud, sino con cualquier otra pérdida de lo que tengo; me vuelvo desconfiado, duro, suspicaz, solitario, impulsado por la necesidad de tener más para estar mejor protegido.
lbsen ofreció en su Peer Gynt una bella descripción de esta persona concentrada en su yo. El verdadero héroe, sin embargo, sólo está lleno de sí mismo; (…)
Al final de su vida reconoce que como su existencia se estructuró alrededor de las propiedades, no logra ser él mismo, que es como una cebolla sin pulpa, un hombre inconcluso, que nunca fue él mismo.
La angustia y la inseguridad engendradas por el peligro de perder lo que se tiene no existen en el modo de ser. Si yo soy lo que soy, y no lo que tengo, nadie puede arrebatarme ni amenazar mi seguridad y mi sentimiento de identidad. Mi centro está en mí mismo; mi capacidad de ser y de expresar mis poderes esenciales forma parte de mi estructura de carácter y depende de mí. Esto también es cierto en el proceso normal de vivir”

Bien lo dice Fromm-No vaya a ser que perdamos lo que tenemos y dejemos de ser.







No hay comentarios:

Publicar un comentario