lunes, 17 de junio de 2013

El ojo que todo lo ve




Como si de un Gran Hermano se tratase, existe un Gran Ojo que todo lo ve.
Me  refiero a una obra de arte del Bosco que se encuentra en el museo del Prado adquirida por Felipe II y que estuvo durante tiempo en el Monasterio del Escorial. Parece ser que es un óleo pensado para usarse como tablero de mesa. Es bastante peculiar porque se muestran los 7 pecados capitales, y en el centro hay un gran ojo y una frase en latín que dice: Cave, Cave Deus Videt (cuidado, cuidado el Señor lo ve).Representa al ojo de Dios, ante el cual nada queda invisible, nuestros aciertos, nuestros errores, nuestras verdaderas motivaciones, nuestros sentimientos, deseos…ni lo que consideramos que está más oculto. Todo es visto y conocido por ese ojo.
Ninguna pequeña cámara moderna, ni micrófono puede llegar a ver, lo que ese ojo ve. Y absolutamente nadie puede escapar ante su visión. Que atienda también a esta mirada, el iluso que crea que no es observado ni vigilado.Se ven todas sus actividades más mundanas y humanas.Y lo verdaderamente importante, que tenga cuidado con sus actos desmesurados,su falta de piedad o sus injusticias cotidianas.
Aunque cometamos errores, parece que la tabla está hecha, para que ante esta fija mirada, se pueda rectificar. Aunque los sinceros sentimientos y limpias motivaciones nos pueden mantener a salvo, sin que quepa engaño alguno.
Los siete pecados capitales se identifican por sus inscripciones en latín: Ira, Soberbia, Lujuria, Pereza, Gula, Avaricia y Envidia. Como están colocadas las imágenes de forma circular hay que andar alrededor del tablero para ir viéndolas.
En cada una de las esquinas se representan también de forma circular, la muerte, el juicio, el infierno, la gloria.

Hecho está el aviso: "Cave, Cave Deus Videt"




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